domingo, 10 de febrero de 2008

Tomando unas cervezas con Ortega y Gasset

Cenaba esta semana con Madame Staël, y pasamos de la forma más natural, de la revisión del estado de un proyecto de consultoría en el que está felizmente inmersa, a un intercambio apasionado sobre la forma como nos enfrentamos a los proyectos que acometemos, las emociones que liberamos ante diversas situaciones, el valor con que nos enfrentamos a nuestra propia historia y a nuestro futuro, y de cómo vamos construyendo el “proyecto vida”, al que todos intentamos, de una forma u otra, dotar de un sentido narrativo, de un hilo conductor, de una coherencia que nos defina ante nuestros propios ojos y ante la mirada de los demás, del mundo que nos rodea. Sacó del baúl de su memoria sentimental, las reflexiones de Ortega y Gasset que hoy me envía y que yo le agradezco compartiéndolas con vosotros.

“Nuestra vida, según esto, no es sólo nuestra persona sino que de ella forma parte nuestro mundo; ella - nuestra vida - consiste en que la persona se ocupa de las cosas o con ellas, y evidentemente lo que nuestra vida sea depende tanto de lo que sea nuestra persona como de lo que sea nuestro mundo. Ni nos es más próximo el uno que el otro término: no nos damos cuenta primero de nosotros y luego del contorno, sino que vivir es, desde luego, en su propia raíz, hallarse frente al mundo, con el mundo, dentro del mundo, sumergido en su tráfago, en sus problemas, en su trama azarosa. Pero también viceversa: ese mundo al componerse sólo de lo que nos afecta a cada cual, es inseparable de nosotros. Nacemos juntos con él y son vitalmente persona y mundo como esas parejas de divinidades de la antigua Grecia que nacían y vivían juntas: los Dióscuros, por ejemplo, parejas de dioses que solían denominarse dii consentes, los dioses unánimes”.

"El ser humano es lo que ha sido: la herencia de los hombres que le precedieron, no tiene naturaleza sino historia; y, mirando hacia el futuro es proyecto y libertad. Se va construyendo a sí mismo, es un ser histórico, se va haciendo en la medida que va creando su propia historia. No puede permitir que nadie elija o escoja por él; tiene que empeñarse personalmente en la construcción de sí mismo; tiene que seguir su propia e intransferible vocación, cuyo desarrollo convierte la vida en un proyecto único y personal. Este proyecto personal se lleva a cabo dentro de unas circunstancias familiares, sociales, políticas, económicas etc., en las que todas las personas vivimos. La educación, la cultura, la política e incluso la vida cotidiana influyen de modo decisivo facilitando o entorpeciendo el proyecto personal, vital. Cada hombre tiene un destino ético, personal"


“Vida significa la inexorable forzosidad de realizar el proyecto de existencia que cada cual es…La vida es constitutivamente un drama porque es la lucha frenética con las cosas y aun con nuestro carácter por conseguir ser de hecho, lo que somos en proyecto”.

“Frente a la razón pura físico – matemática, hay una razón narrativa. Para comprobar algo humano, personal o colectivo, es preciso contar una historia. Este hombre, esta nación hace tal cosa y es así porque antes hizo tal otra y fue de tal modo. La vida sólo se vuelve un poco transparente ante la razón histórica”.

Merci Madame

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias a tí, sobre todo, por cómo estimulas el pensamiento, el lenguaje y el ser. Emocionante.