Lo hacemos inaugurando un LAB en The Project. Un lugar donde poder ir recogiendo todo el conocimiento generado en proyectos sobre Comunidades de Práctica y trabajo colaborativo en general. Material útil que encontramos. Producción propia sobre el tema, Links de interés, etc. Nace así este espacio de investigación e intercambio de conocimiento que esperamos sea útil a todas aquellas que os acerquéis al reto de organizar grupos de trabajo, innovación y aprendizaje basado en redes de conocimiento.
El LAB girará en torno al Libro. Un libro que empieza a escribirse a mediados de 2010, fruto de colaboraciones con diversas organizaciones en la implementación de sistemas de aprendizaje y gestión del conocimiento basados en procesos colaborativos.
Al aproximarnos a la conceptualización y desarrollo de esos proyectos, tanto los consultores externos como los profesionales internos de las organizaciones, nos encontramos faltos de guías metodológicas que nos asistan a la hora de aterrizar los modelos teóricos en los que se basan las Comunidades de Práctica.
Seguramente no es posible modelizar procesos que tienen que ver con la pasión, las motivaciones, la decisión (siempre personal y libre) de las personas cuando compartimos y cooperamos en entornos de confianza, pero al menos hemos intentado trazar un camino por el que poder perderse y descubrir otras rutas, otras experiencias, otros aprendizajes que complementen a los que aquí se exponen.
El LAB, servirá, entre otras cosas para ir liberando en forma de artículos y documentos, los contenidos del libro. Ahora nace de pago (la versión física por cubrir costes y la versión digital por recuperar algo de la inversión en horas que mucha gente ha dedicado a la creación, revisión y maquetación de los textos), pero si tienes un poco de paciencia, iremos publicando todo el material al ritmo que nos sea posible contextualizarlo y enriquecerlo con técnicas, ejemplos y otros elementos que hagan que la espera valga la pena.
No quiero publicar esta nota sin hacer una mención especial de admiración y gratitud a los e-moderadores y participantes de las Comunidades de Práctica del Programa Compartim del dep. de Justicia de la Generalitat de Catalunya. De su experiencia, de su profesionalidad, de su generosidad, y de su ejemplo han bebido muchas de las reflexiones y propuestas metodológicas que en el libro se exponen. Han sido y siguen siendo un ejemplo y una fuente de inspiración para todos aquellos que agradecemos a Margaret Mead haber verbalizado aquello de “NEVER DOUBT THAT A SMALL GROUP OF THOUGHTFUL, COMMITTED CITIZENS CAN CHANGE THEWORLD. INDEED, IT IS THE ONLY THING THAT EVER HAs
Durante este año que termina una de las actividades que más proyectos ha generado ha sido la implantación de modelos de trabajo colaborativo en organizaciones.
Matizar las estructuras tradicionales caracterizadas por modelos jerárquicos, departamentales, con una división del trabajo que dificultan la transversalidad en la gestión del conocimiento y la generación de redes de intercambio y soporte, empieza a ser una propuesta interesante para organizaciones en procesos de cambio.
Uno de esos proyectos es el que nos ha llevado –entre otras cosas- de nuevo a Santiago de Chile. Allí Aguas Andinas está en uno de esos procesos que transformará la genética de la compañía, que avanza hacia un modelo donde las personas, el conocimiento y la innovación sean el centro de la actividad productiva.
Hace ya más de un año, se activó allí un programa de cambio llamado DaVinci, se definieron unas líneas estratégicas y otras facilitadoras de las primeras. A partir de esa parrilla, se constituyeron varios grupos de trabajo que tenían la misión de convertir en realidad algunas de las iniciativas surgidas del plan. El encargo ahora era Fortalecer el proceso de Gestión del cambio en el Grupo Aguas, a través de la constitución de equipos de iniciativas estratégicas y facilitadoras DaVinci, a través de un programa de Comunidades de Práctica.
Durante este mes de diciembre, hemos recogido el trabajo de esos grupos, analizado sus dinámicas y activado un proceso para convertirlos en Comunidades de Práctica. Algunas de ellas surgieron, de forma adicional y espontánea de los grupos de debate que se dieron en el marco del programa de formación MANAGING XXI que impartimos en agosto.Finalmente, se han activado 17 Comunidades de práctica, algunas con un historial intenso de actividad previa, otras de nueva creación.
Los trabajos se han concretado en los siguientes pasos:
Revisión de los grupos de trabajo existentes (razón de ser, actividades previas, resultados, necesidades, organización interna…)
Formación metodológica en los modelos de trabajo colaborativo basados en Comunidades de Práctica
Dotación de un espacio virtual para el trabajo de los grupos
Dos jornadas de Kickoff (una con responsables de los grupos y otras con todos los participantes)
Revisión del modelo de gobierno del programa
La experiencia ha sido muy positiva, y como siempre, una oportunidad de aprendizaje para seguir investigando en este escurridizo mundo de la organización de personas que persiguen objetivos (supuestamente) comunes.
Algunas reflexiones que pueden ser de utilidad en casos parecidos:
Revisión de los grupos Es importante aproximarse con humildad a estos procesos. Llegamos los consultores con nuestra metodología y nuestros efectos especiales, pero la realidad es que nos encontramos con redes pre-existentes, con historias que se han ido tejiendo a lo largo de años de convivencia corporativa. En este caso, algunos grupos habían alcanzado un nivel alto de productividad y mostraban resultados impactantes. Así que le primera píldora es la de respeto, tacto y humildad frente a estos sistemas.Este es un aprendizaje también experimentado en el proyecto del Gobierno Vasco, dónde hemos tenido alguna reflexión al respecto con la gente de Consultoria Artesana en red.
MetodologíaSirve tan sólo para poner un poco de orden, para compatir la visión, construir un lenguaje común, ponerle nombre a cosas que siempre se han hecho y aprovechar los aprendizajes de otras experiencias para ahorrarnos problemas y aprovecharnos de las buenas prácticas.Hemos utilizado un pequeño “Documento de constitución” donde los distintos grupos tenían que decidir cosas como su organización interna, su plan de comunicación (tanto interno como externo –de la Cop-), los hitos que se marcaban y un plan de trabajo para abordarlos.Durante las jornadas presenciales (16 y 21 diciembre) se impartió formación en modelos Cops. Aquí algunos materiales utilizados:
Plataforma El proyecto es un piloto, así que un requerimiento era no invertir en plataformas propietarias. Después de revisar algunas optamos por TEAMLAB. Muy sencillo pero con las funcionalidades básicas. La hemos configurado de forma que el programa común que integra a todas las Cops se encuentra en el espacio que en TEAMLAB se llama Comunidad, y luego cada cop trabaja de forma específica en los espacios para Proyectos. A nivel de Comunidad se comparte un blog, wikis, foros, gestor documental, eventos, y enlaces de interés. Los Proyectos sirven para gestionar hitos y tareas.
Kickoff Las jornadas presenciales, han sido el meollo del asunto. Allí es dónde las cosas que necesitan “piel” han ocurrido. Nos planteamos las jornadas en dos etapas. Una con los responsables de los grupos (30 personas) y la segunda, con todos los participantes del programa (130 personas).En ambas, dimos –en formatos distintos por razones de aforo y entorno- formación tanto en metodología como en el uso de la herramienta.
Pero las jornadas debían favorecer algo más que la mera exposición por nuestra parte. Para ello, en la primera jornada pedimos la participación de los responsables de los grupos, quienes a través de un “template” (unificador de discursos), compartieron con sus compañeros, sus historias, objetivos, avances y próximos pasos.
Sirvió también esta jornada para avanzar en la creación de una red de redes y trabajar en compromisos e intercambios entre los distintos grupos.
En la segunda jornada, repetimos el proceso ya con todos los participantes de los grupos. No hubieron esta vez presentaciones públicas de los participantes, pero sí trabajo de grupo (por grupos) para finalizar el “documento de constitución” que habían iniciado los responsables de los grupos durante la primera jornada.
Cómo siempre, estas cosas solo salen si se cumplen todas las condiciones de la siguiente lista:
"Materia prima" de primera: Gente con ganas de hacer cosas, de emprender, de mejorar su realidad, de aprender y de compartir.
Buen liderazgo interno. En este caso Elena Sanz como sponsor del programa DAVinci
Buen equipo a ambos lados de la línea contractual: Ikuska Sanz (amasando voluntades), Ana Rodera (a los mandos de la plataforma), Marian Rios (moviendo todos los hilos), y una servidora (de marioneta agradecida).
A partir de ahí, abriremos el programa para que cualquier directivo/a de organizaciones públicas o privadas, pueda compartir con nosotros, un proceso de aprendizaje a cerca de cómo manejarse en este complejo momento socio-económico en el que estamos inmersos. Esa experiencia, que vivimos ya con 150 directivos en Santiago de Chile, se nutre de contenidos sobre la sociedad red y la economía del conocimiento, contenidos que imparten diversas voces que van entrando en el aula a desarrollar sus saberes, sus investigaciones, sus experiencias, sus dudas... pero se nutre sobretodo del intercambio de ideas y propuestas… de los alumnos, entre ellos y con el equipo docente.
Encontrar las claves para la gestión y el liderazgo en este mundo y en estos momentos, requiere sobretodo sentido común, capacidad reflexiva, humildad, cierta perspectiva histórica y al menos, curiosidad por todo lo relacionado con Internet, lo digital y sus dinámicas socio-económicas. Todo eso lo encontramos en las gentes de Santiago. Fue un regalo, en lo profesional y en lo personal. No diré que una sorpresa, pero sí una lección: Hay aún una tendencia a la mirada “eurocéntrica”, que choca con una realidad esperanzadora al otro lado del atlántico: personas bien formadas (sí, ya, las que han tenido acceso al conocimiento, lejos de las democráticas oportunidades en esta -aún- social Europa), ávidas de aprender (con más humildad que en la cínica Europa), con estructuras (empresariales, institucionales) quizás aún no tan solidificadas (como en la antigua Europa), con una cosmovisión del mundo envidiable
La semana que viene levantamos de nuevo el telón. No será lo mismo, sencillamente distinto. No cambia la ilusión con la que lo preparamos y nos enfrentamos al proyecto. No cambia el respeto por la audiencia y el comprimiso con sus expectativas. Cambia la logística del aula: la cercanía física permitirá la participación directa de colegas como Ismael, Janquim, Julen, JM Bolívar, Francesca, Ana y Miquel (que sí estuvo en la aventura andina), aunque no renunciaremos al material audiovisual que nos preparó Jon. No cambiará el enfoque: participativo, alineando el proyecto de compañía con ejercicios y debates adaptados a su realidad corporativa, con soporte online para la gestión de contenidos y la participación extra-aula.
Esto último nos permitirá (a ver cómo nos sale) conectar a los grupos de ex-alumnos de Chile con los de Barcelona en una única red global de intercambio de impresiones y materiales en relación a los temas tratados en el curso.
Son días locos estos previos, pero una sensación de robusta seguridad se impone gracias a un “equipo A” formado por Marian, Álvaro y Mónica. Sois la bomba! :)
La semana pasada tuve que dar una conferencia ante un público que provenía de diversos países de Europa. El tema, conocido: “Enterprise Social Netwoks”, el material: reaprovechado de otras ocasiones, el problema: hablar durante 40 minutos en un inglés compresible, y participar en un debate final respondiendo a las preguntas y propuestas que pudieran ocurrírsele a cualquiera de los 200 invitados al evento. Además, la organización nos requería una dramatización entre mi “partenaire” y yo. Él debía defender el lado oscuro: los riesgos y los problemas de Internet y yo sus bonanzas y aplicación a la vida personal y profesional. Una especie de dúo Pimpinela a la francesa (el cliente era GdfSuez).
Mi primera respuesta fue que mi nivel de inglés no daba para tanto,pero finalmente y tras una serie de acontecimientos que no vienen al caso, acabé allí subida sonriendo a una audiencia dispuesta a escuchar.
Lo que ocurrió durante el mes previo a la conferencia, fue que topé con una de esas profesionales con quien vives una experiencia digna de ser compartida
A Paquita me la recomendó un colega. Ella le da clases de inglés y yo necesitaba a alguien que rescatara esa lengua de mi subconsciente más profundo y me pusiera las pilas en 4 semanas. Pero Paquita es algo más que una profesora de inglés. Tuve la sensación desde el primer café, que estaba conceptualizando un proyecto con mi situación. Me hizo tantas preguntas que no tenían que ver con el discurso propiamente dicho, que al inicio sentí cierto desconcierto, pero me dejé llevar. Y en cuanto dibujó el "proyecto MJ", fue como subir con ella a un caballo al galope.
Me ayudó con el idioma, pero durante todas las sesiones que trabajó conmigo, casi parecía lo secundario. Me explicó cómo hablar con el cuerpo, cómo respirar, cómo modular, como interpretar a la audiencia, como interpelarla. Identificó tics irritantes, y construcciones favorecedoras. Me ayudó a visualizar el momento, me grabó, me enseñó, me reconoció y me mostró, me entrenó. Me ayudó a conocerme un poco más a mi misma y a ganar confianza. El inglés se convirtió en un vehículo a través del cual esa mujer iba construyendo un andamio a mi medida, ni muy alto ni muy bajo, sobre el que poder moverme con libertad y confianza el día de la presentación. Ella, que es una experta amazona (sentido literal), domó mis inseguridades y virtudes, hasta sacar de mí algo realmente asombroso.
A veces, encuentras personas así. Y vale la pena contarlo.
Francisca Picar es licenciada en filología anglogermánica, cursó estudios de derecho, de especialización en coaching ejecutivo y de liderazgo, a lo que se dedica recientemente después de una larga trayectoria profesional repartida entre la docencia(inglés, francés, catalán y castellano, italiano, árabe), traducción e interpretación. Ha estado muchos años vinculada a la acción social, como concejal de salud pública y servicios sociales en su localidad, y como presidenta de varias asociaciones sobre la defensa y promoción de la mujer (creó uno de los primeros equipos interdisciplinario de atención primaria a la mujer víctima de violencia doméstica). Entre muchas otras cosas, lidera un proyecto que persigue la implantación en España de la disciplina deportiva de la hípica adaptada, y de promoción paralímpica de sus deportistas.
Y a ratos, ayuda a que algunos humanos no nos descalabremos con nuestras neuras.
Os dejo aquí la presentación, por si le sirve a alguien en trances parecidos
Esta semana Maria Salamero responsable de Gestión de Conocimiento del grupo AGBAR, explicaba en el CEJFEel proyecto del mismo nombre en el que AGBAR se embarcó hace dos años, cuando me invitaron a colaborar con ellos, justo recién creada el área que dirige Salamero, para dibujar la hoja de ruta de lo que sería un ambicioso plan de transformación de la compañía con el conocimiento como eje central del cambio.
Durante estos dos años se han ido implantando una serie de iniciativas (entornos de trabajo colaborativo, plataformas tecnológicas, desarrollo de nuevos liderazgos, formación en habilidades digitales…) que Maria Salamero explicó con el rigor con que una directiva de verdad puede explicar un proyecto de verdad, concebido para ser funcionalmente útil y no estéticamente atractivo.
Es una de las cosas que más le agradezco a esta experiencia, es que sea un proyecto de verdad , algo que depende tanto de los profesionales como de los clientes que los co-crean e implantan.
Ocurre con este tipo de proyectos, y es de esto de lo que quería hablar que la relación cliente-proveedor mantiene sus rigores mercantiles, pero se matiza cuando empieza el intercambio de ideas y conocimiento en la creación conjunta de un proyecto dónde se invierte algo más que dinero (en el caso del cliente) y horas (en el caso del proveedor). El proyecto, en realidad sería otro distinto si no estuviéramos participando en él las personas que lo hacemos. No las empresas, si no las personas con nombre y apellido que han ido aportando su grano de arena a cada una de las líneas de trabajo del proyecto. Esto puede parecer obvio, pero no es trivial, porque más allá de los portfolios de servicios, de las ofertas más o menos empaquetadas, de las culturas de las empresas, de las supuestas metodologías, al final, el proyecto va a parecerse a las personas involucradas en él, esa es la pura, alarmante y fascinante realidad que constato una y otra vez.
Recuerdo que muy al principio, en una reunión de explicación del proyecto a un grupo de directivos de AGBAR, alguien me preguntó : ¿Cuántas veces has implantado este proyecto?, le contesté la verdad: nunca. Me fui a casa preocupada por si mi respuesta podía hacer que perdiera un proyecto que obviamente deseaba intensamente hacer.
Hoy sé que si cualquier otra compañía, aunque muy parecida a AGBAR y con las mismas necesidades me planteara los mismos retos y me preguntaran, ¿Cuántas veces has implantado este proyecto?, seguiría respondiendo (quizás con algo más de seguridad) nunca.
Me gusta pensar (me ayuda a trabajar) que en estos casos no tengo clientes si no socios de conocimiento. Personas que aportan recursos, para que los profesionales aportemos otros y juntos co-diseñar proyectos e implantarlos en sus empresas. En realidad son redes inter-empresariales con estos socios-clientes para co-crear estrategias y aplicar soluciones.
Por resumir, el conocimiento no se compra ni se vende, se comparte para generar valor y cada uno (cliente y proveedor) aporta los recursos que tiene para hacer viable un proyecto que difícilmente volverá a repetirse.
Hace días que terminó la conferencia Personal Democracy Forum... Que terminó el encuentro, porque sus ecos, crónicas, enlaces, recuerdos y conversaciones…zumban por la red como una sombra que se alarga sin remedio.
No pretendo contribuir a la ingente cantidad de contenidos que se han volcado sobre la parte pública de la conferencia. Los que pudieron asistir, lo han hecho sobradamente. Quiero cerrar, con un punto y aparte, mi experiencia compartida con un grupo de compañeros, para organizar esta convocatoria.
Los dosviajes a NYC este año con los compañeros de NuestraCausa consolidaron la celebración en Barcelona de esta conferencia. Pero no fue hasta mediados de agosto que una llamada Telefónica de Andrew Rasiej advirtiendo a Marc López “It's no time to relax” convulsionó nuestras vacaciones a la española y nos puso en órbita para empezar a activar la maquinaria.
Siempre he pensado que los proyectos no existen hasta que no se conforma el equipo. Y este empezó a consolidarse poco a poco al más fiel estilo Ocean’s 11 (algunos más en este caso). Personas que conocíamos los del primer núcleo, gente que se ofrecía, unos que se traían a otros…y así como si de una Jam session improvisada se tratara, fuimos montando la banda.
La gestión de ponentes (viajes, alojamiento, agendas…), el diseño de contenidos, la campaña de marketing y promoción, La gestión de la prensa (acreditaciones, entrevistas concertadas..), la gestión económica de la sponsorización, la preparación de la Torre AGBAR (tecnología, mobiliario, logística, seguridad…) y del hotel continguo, cartelería, imprenta, catering, gestión de inscripciones y registro con diversos grupos especiales, la logística del evento en sí (políticas de seguridad del edificio, movimiento de personas en varios escenarios, protocolo de recepción de personalidades públicas…) ...En fin toda una juerga.
La tensión fue en "crescendo", durante las semanas previas, especialmente cuando nos acoplamos con el equipo organizador de la conferencia en NYC, de forma cotidiana, con horarios diabólicos que nos convertían en una oficina abierta 24 horas al día. “Bienvenidos al día de la marmota” recordaba Marc Garriga en un post, rememorando una de la bromas habituales de los últimos días.
Los proyectos, a veces, entran en dinámicas tan fascinantes como perversas. Ocurre cuando (y especialmente de forma colectiva), coges tal velocidad y concentración que el resto del mundo pasa a gran velocidad a ambos lados de la capsula del cohete dónde tú y los tuyos compartís un viaje, unos rituales, una experiencia común, un aprendizaje y un ecosistema de relaciones tan cohesionadoras como adictivas. No recordaba la experiencia desde que me dedicaba a proyectos de implantación de software, durante las fases previas al arranque.
La noche antes de empezar todo, mientras organizábamos los últimos preparativos en la Torre, Marc López me preguntó “Todo bien?” le contesté que sí, que empezaba a perder el control. Se puso pálido pero en realidad era la mejor de las premoniciones: El control, lo tomó el equipo. Empezaron a agruparse según un primer cuadro de posiciones, tomaban sus propias decisiones y resolvían detalles difíciles de prever en una planificación a priori. Un equipo funciona cuando deja de necesitar mirar a un punto fijo para movilizarse (parece obvio pero no lo és, a veces el liderazgo se confunde con omnipresencia y dependencia). Esa actitud del grupo salvó todos los obstáculos de la carrera que nos íbamos a dar los dos días siguientes. De vez en cuando había que tomar una “executive decision” (otro de los gags comunes), pero la autonomía y la diligencia con la que ese equipo trabajó me sigue haciendo sonreír después de tantos días.
Contagiaron al estricto personal de AGBAR que se integraron con nosotros olvidando los límites contractuales y hasta los uniformados hombres de seguridad (los conozco, son serios de profesión) nos lanzaban sonrisas cómplices cuando por cansancio o despiste dejábamos la puerta desatendida y corríamos a su llamada para identificar a alguien no acreditado.
Hay mil anécdotas que harían largo y pesado este escrito, que sólo pretende ser un tributo a aquellos con los que comparto cierto vacío post-traumático estos días, que me recordaron que el sentido del humor no está reñido con el rigor profesional, y que un grupo de personas comprometidas y entusiastas son capaces de cualquier cosa.
Volví de NYC justo a tiempo para moderar, orgullosa y agradecida por la invitación, la mesa de Gestión del Conocimiento en el marco de la “Semana AGBAR de la Innovación”.
“Este año el hilo conductor ha sido el tema AGUA y ENERGIA. También se han tratado temas transversales como la gestión del conocimiento, el modelo open innovation para capturar y desarrollar ideas, y como Agbar enfoca la transferencia de resultados de la investigación hacia una industrialización de productos y servicios con el conocimiento generado”
AGBAR apuesta fuerte por convertir el conocimiento en el motor de su estrategia comercial y en elemento clave de la calidad de sus operaciones. La organización está inmersa en una interesante transformación de un modelo basado en la gestión de activos, a un modelo orientado a la gestión del conocimiento.
Todo un reto para abordar sus dos principales estrategias de desarrollo: la expansión internacional, y la comercialización de nuevos servicios y soluciones.
Durante los últimos meses, y gracias a las conexiones cósmicas que identificó Maria Elena, he estado trabajando con ellos en el diseño de un programa de Gestión del Conocimiento; que identificara las iniciativas clave en este ámbito; que catalogara los dominios de la organización, aquellas áreas de conocimiento que es necesario proteger, desarrollar y difundir porque representan las competencias esenciales del negocio; y que propusiera algunas acciones de Gestión del cambio para facilitar todo el proceso.
Durante el análisis de buenas prácticas y casos de éxito, hemos estudiado e invitado al proyecto a tres representantes de referencia en el ámbito del conocimiento y la innovación en las organizaciones:
Jesús Martínez, que presento al Comité de dirección del proyecto, el Programa Compartim del departament de Justicia de la Generalitat de Cataluña, una de las jornadas estrellas de todo el proyecto. Qué se puede añadir sobre Compartim?. Creo que fue uno de esos casos en que se demuestra que organizaciones públicas y privadas tienen mucho que aportarse, desde sus diferentes perspectivas y condicionantes, para enriquecerse mutuamente.
El segundo caso al que nos aproximamos fue el de La Caixa y su proyecto Virtaula. De la mano de Gerard Velezy Laura Rosilloprofundizamos en la transformación de un portal de e-learning a una plataforma de inteligencia colectiva, que los dos lideran de forma casi mágica. Laura, además, tuvo la gentileza de presentar el proyecto en la mesa de la SAI dedicada a la gestión del conocimiento. Empezó con este video que he encontrado en casa de Dolors Reig:
Otra de las experiencias que han centrado las actividades de benchmarking, ha sido el caso Telefónica I+D. LA primera vez que oí hablar del proyecto fue en el Curso de Sociedad Red, que se celebró en Barcelona el pasado mes de octubre, en una exposición de Carlos Domingo.
Durante el proyecto de AGBAR Oriol Lloret, nos explicó, como entienden la organización como un ecosistema en el que se mezclan cultura, herramientas, entorno de trabajo y estructura social, y cómo los procesos de innovación se están viendo favorecidos por cambios realmente espectaculares en cada una de las dimensiones antes mencionadas.
Su compañero Gerard Mula, estuvo también en la mesa, explicándonos iniciativas como la generación de ideas de abajo a arriba, la implantación de metodologías ágiles de desarrollo, la nueva configuración de puestos de trabajo, los “Living-labs” para el desarrollo y testeo de productos y servicios con el usuario final y la nueva organización basada en equipos por proyectos que rompen estructuras jerárquicas que puedan inhibir la motivación y el proceso para la creación de propuestas de valor.
La mesa de Gestión del conocimiento estuvo también compuesta por respresentantes internos de AGBAR como María Salamero, responsable de Gestión del Conocimiento en AGBAR, Jordi Gómez, secretrio general de Cetaqua y responsable de un buscador gráfico de reciente implantación en la empresa. Josep Maria Verdejo, de la dirección técnica y de operaciones que nos habló de la Red de Expertos de AGBAR, Alberto Bermudo, responsable de Proyectos y Sistemas de RRHH que nos explicó el nuevo portal del empleado y Carlos Campos, Director de I+D+i de AGBAR y director de Cetqua, que cerró la mesa y la jornada con una combinación poco común de emotividad y rigor.
Sobre el proyecto, preparé una presentación para explicar la experiencia de AGBAR en la jornada que organizó Jesús Martínez el pasado10 de julio, en el CEJFE ,dónde nos reunimos una docena de expertos en comunidades de práctica, aunque todos nos apresuramos a matizar que de aprendices no pasamos, para reflexionar sobre la experiencia del programa Compartim y sobre los limites y posibilidades de estas figuras organizativas en la Administración Publica.
La presentación que utilicé no es el exactamente el proyecto AGBAR, por razones de respeto a la confidencialidad y porque en realidad, es el enfoque y metodología que mantiene este resumen, lo que creo puede interesar a otros que puedan aprovechar la experiencia y reutilizlar la información.
A una de las personas que más le debo a la hora de construir el proyecto es a Maite Darceles, gracias sus “Guías de la transformación" (estimulante “planfleto” que generó más de un debate) marcamos algunas líneas directoras del proyecto que luego sirvieron para imaginar iniciativas más concretas y aplicables.
Mañana he quedado con ella a tomar un café en Barcelona y aprender mucho de todo lo que me cuente, y explicarle Z-Project y cerrar un círculo!