Los proyectos fallan en su ejecución. Tenemos metodologías, toneladas de libros con discursos técnicos, años de experiencia como disciplina; pero el hecho es que conseguir que los proyectos se implanten en el tiempo, coste y calidad con que fueron estimados en su concepción, sigue siendo un desafío para los proveedores y un motivo de desazón y desconfianza para los clientes.
Tras la revolución industrial y su consecuente industrialización de la producción, hemos heredado modelos que inhiben la capitalización del talento individual, la creatividad y el compromiso emocional de los equipos que participan en el desarrollo de los proyectos.
Llevamos años hablando de la sociedad de la información y de estrategias de gestión de conocimiento pero no hemos conseguido romper el hielo y crear espacios donde la sabiduría (inteligencia colectiva y aplicada) guíe nuestros pasos hacia productos y servicios excelentes.
La experiencia insiste en que observemos que obviar estrategias de capital humano, negar las emociones y sus implicaciones en el desarrollo de los proyectos y aplicar metodologías y procedimientos homogeneizadores, inhiben que las personas brillen, creen, florezcan, exploten todo su potencial y disfruten aportando valor al equipo y al proyecto
Hasta que no entendamos esto, hasta que los sentimientos no nos importen tanto como los modelos de costes, los diagramas de planificación de tareas, las tablas de gestión de riesgos.., estamos destinados a crear espacios que destruyen el alma y el espíritu de sus miembros y que en vez de incrementar el potencial humano, lo reducen.
En cualquier proyecto, es necesario considerar a las personas y su socialización en los equipos de trabajo, considerando el papel decisivo que desempeñan sus aspiraciones esperanzas y deseos.
Es necesario crear espacios donde el talento es gestionado para que la información se convierta en conocimiento y éste en sabiduría colectiva. Solo así es posible afrontar el desafío que supone que un grupo de personas trabajen y se comprometan en la búsqueda colectiva e individual de la excelencia, hacia un objetivo común.
domingo, 3 de febrero de 2008
Gestión de -emociones- Proyectos
Etiquetas:
Capital humano,
Equipos,
excelencia,
Open Governance,
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Proyectos
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1 comentario:
Esa pasión y cercanía que no tenemos y que queremos y necesitamos no puede existir en una empresa de 3000 o 4000 empleados. O creamos pequeñas islitas semi-independientes con vida y nervio propio o tiramos la toalla y nos convertimos en funcionarios "privados"... que es lo último que yo haría en este mundo.
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