viernes, 1 de febrero de 2008

De Victorias y Derrotas

Jorge Wagensberg, otro de mis amigos, dice que “una idea buena que no cabe en veinte palabras, no es una idea tan buena”.

Aplicando esta máxima, en su delicioso libro de aforismos “A más cómo, menos por qué”, Wagensberg nos regala una sucesión de ideas, donde en la mínima expresión del lenguaje, concentra el máximo de reflexión y conocimiento.

A veces la frontera entre la victoria y la derrota es difusa. Siempre he pensado (sin atreverme a atribuirme el pensamiento) que hay que celebrar, tanto una como otra, en ambos casos, significa que estás vivo, que sigues apostando, que juegas a la vida, que arriesgas, que luchas, que lates, y eso, siempre es motivo de celebración, porque lo contrario es morir (de cualquiera de las muchas formas que hay de morir en esta vida)

Lo único que no podemos celebrar nunca es la destrucción, aunque a veces la confundamos con victoria. El ejercicio de la destrucción siempre es individual (o sectario), pero las consecuencias de la destrucción son siempre colectivas. Nadie gana..y además, es vulgar.

Wagensberg lo explica mejor en sus aforismos:

[554]
Los que están a favor suelen estarlo con matices, los que están en contra sólo están en contra

[555]
Estar a favor une menos que estar en contra

[556]
Los que están en contra creen que los que están a favor están locos

[557]
Hay muchas más personas en contra que a favor

Para concluir:

[558]
Construir, actividad propia de los que están a favor, es ir desde cualquier cosa hacia un ente único e improbable, lo que requiere no poco tiempo, no poca energía y no poco conocimiento

[559]
Destruir, actividad propia de los que están en contra, es ir desde un ente único e improbable hacia cualquier cosa, lo que requiere poco tiempo, poca energía y poco conocimiento.

Un beso para los que siempre están a favor.

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