sábado, 19 de julio de 2008

Fluir

Ayer , una conversación con un amigo, me hacía recordar dos lecturas que se cruzaban entre las ideas que compartíamos. 

Había disfrutado leyendo los textos a los que hacía referencia hablando con él, pero no tuvieron verdadera fuerza hasta que fueron compartidos, conectados entre sí y mezclados con otras referencias de mi interlocutor, para convertir todos aquellos datos en una conversación que permitía conocernos mejor y entender mejor el mundo.

Uno de los textos lo encontré en la revista Psycohologies (“uno es capaz de leerse cualquier cosa esperando en un aeropuerto”, dijo condescendiente). El artículo era del Profesor Mihaly Csikszentmihalyi (creo que he escrito todas las letras). Hablaba sobre como la concentración ayuda a la felicidad. Me interesó más lo de la concentración que lo de la felicidad y allí encontré la descripción de algo que todos hemos sentido alguna vez: La sensación de Fluir:

Fluir es un estado de intensa concentración que experimentan las personas cuando practican deporte, tocan música, juegan al ajedrez, lavan los platos, meditan o trabajan en una tarea con la que disfrutan. Estás fluyendo cuando te olvidas de ti mismo, de la hora que es y, simplemente, continúas haciendo lo que estás haciendo…”

La idea venía a cuento para conversar sobre lo que nos motiva a trabajar de manera intensa, alternando sin orden el tiempo de ocio y trabajo, y dinamitando las fronteras entre lo personal y lo profesional.

De algo parecido hablaba Fernando Trías de Bes en un artículo reciente donde decía que “es muy difícil, casi imposible, que una persona innove en cualquier campo si no está motivada para ello. Lo que muchas organizaciones públicas y privadas hacen entonces es ofrecer incentivos y recompensas para quienes produzcan buenas ideas. Sin embargo las ideas y las innovaciones suelen se pocas o pobres. ..porque si no comprendemos los mecanismos que desatan que una persona dedique tiempo a pensar  de modo creativo e innovador estaremos constantemente dando palos de ciego”.

Trias de Bes referencia a Teresa Amabile y a su ensayo “Mentes Creativas” (editorial Paidós), para apuntar que la verdadera motivación “la Motivación Intrínseca, es aquella que surge del placer que proporciona trabajar en un campo profesional o área de actividad que nos gusta. Tan sencillo y difícil a la vez”, demostrando que “una persona aporta soluciones más creativas cuando realiza una tarea por puro placer”….Cuando Fluye?

Otra conclusión, presumo que controvertida, del estudio es que “la ausencia de evaluación proporciona libertad, la cual es esencial para crear e inventar. Cuando una persona no se siente evaluada, piensa más libremente”.

El final del artículo es un alivio para aquellos que, a veces incomprendidos por nuestro entorno y por nosotros mismos, “hemos vivido momentos durante nuestra vida donde hemos estado sumidos en una actividad a la que hemos dedicado toda la atención y nos ha tenido completamente absorbidos. El tiempo pasa rápido. Podemos estar varias horas sin comer. Nada parece más importante que aquello que tenemos entre manos. El cansancio no hace mella en nosotros, y quienes nos rodean se maravillan de nuestra capacidad de entrega.”

Fue una conversación fluida y agradable que anuncia una relación para crear, pensar y trabajar –también- “por puro placer”. 

5 comentarios:

Senior Manager dijo...

A mucha gente le cuesta asociar las palabras "trabajo" y "placer", pero es precisamente porque mucha gente no encuentra placer en lo que hace y eso es lo que detiene tanat innovación latente en cada cabeza pensante... Yo no se si puedo decir que encuentro placer en el trabajo, pero debo reconocer que lo hago a gusto, más por el ambiente que por el trabajo, pero ya es un comienzo. No obstante he encontrado salidas como la de mi Blog en donde me dejo "fluir" y en donde encuentro esa pizca de placer que no encuentro en otro lugar...encontrar placer también es cuestión de buscar.

luis.[tic616] dijo...

A mi me pasa cuando plancho

http://tinyurl.com/5a5wtp


[...] esa concentración extrema me blinda contra las distracciones de mi alrededor y donde puedo pararme simplemente a... pensar [...]

Maria Elena dijo...

No olvidemos que el principal medio de producción es pequeño, gris y pesa unos 1.300 gramos: el cerebro humano. Y a este no lo controla nadie, casi ni uno mismo. Las organizaciones deben dejar de hacer tantos esfuerzos por motivar a las personas. ¡¡Todavía no se han enterado que a las personas no se les puede motivar!! lo que si pueden hacer las organizaciones y las personas que las gestionan es crear el entorno adecuado para que cada uno decida cuanto cerebro quiere dejarse en ella. Solo cuando se dan las condiciones adecuadas es posible fluir. Solo fluyendo somos capaces de hacer cosas extraordinarias.

Odilas dijo...

Senior, yo lo que creo es que no se le puede pedir a ningún trabajo ni a ninguna profesión que nos aporte constantemente esa sensación. Aunque hagamos lo que nos gusta, no se vive siempre en estado de éxtasis ;-), depende el proyecto, de los compañeros de viaje en cada momento, del cliente, del tema, del líder..., pero a veces ocurre y es tan agotador como mágico.

Tic616, me identifico con lo que dices en tareas sencillas y cotidianas. Odio planchar, así que si algún día no tienes con qué relajarte, yo te llevo la colada.

Elena, totalmente de acuerdo. La pasión no se impone, se genera. Y como bien dices en tu último post, casi siempre es una cuestión de actitud.

luis.[tic616] dijo...

No se si te gustaría el resultado: que me guste no significa que lo haga bien ;-))