jueves, 17 de diciembre de 2009

Tecnología para qué?

Cuando utilizamos las herramientas tecnológicas que identificamos bajo el paraguas de web social o web 2.0, tendemos a la simplificación y a la homogenización.
Catalogamos a personas, grupos y organizaciones en 2.0, 1.0 o en cualquiera de los puntos intermedios que los colocan en una trayectoria evolutiva(¿) que marca la intensidad y destreza en el uso de estas herramientas, principios y valores.
Todos estamos en algún punto de ese continuo. Pero más allá del grado de adopción y conversión hay otras dimensiones que se nos escapan, quizás porque el sentimiento tribal de sabernos diferentes (de momento) a la mayoría, es erróneamente unificador.


Así que a veces, cuando intentas sumergirte en las características de estas herramientas, las prestaciones, el análisis cualitativo, el para qué sirven y a quien, qué necesitamos además de software para utilizarlas con eficacia…etc, se hace necesario ensayar un mapa conceptual que nos ayude a comprender que este escenario “2.0” es tan diverso como la vida misma (en realidad un simple reflejo cada vez más extensivo), que no todo sirve para todo, ni para todos.

No es lo mismo co-crear; que sencillamente relacionarse; que acercarse a la red con la vocación de aprender; que hacerlo con la voluntad de promocionarse, expresarse o difundir el yo (o el nosotros); o para que la tecnología nos asista en el manejo de la ingente cantidad de información que procesamos a diario.


No es lo mismo, porque la actitud estará condicionada por el verbo, porque las motivaciones responderán a estímulos distintos, porque las herramientas óptimas serán distintas en cada caso y porque su implantación tendrá que venir acompañada de procesos que sostengan los objetivos de cada momento y contexto.

Co-Crear requiere cierta organización de un grupo para la consecución de unos objetivos, a priori comunes. Huimos de las jerarquías y las burocracias y yo no las voy a defender aquí, pero para crear en grupo, para la acción colectiva, no acaba de servir la espontaneidad, la autoorganización y la entropía. Parece necesario establecer una reglas del juego que permitan la colaboración eficaz, la asunción de responsabilidades, la resolución de conflictos, la toma de decisiones; un lenguaje común que sostenga el intercambio; una conceptualización previa que permita, aunque la estrategia no sea compartida, un horizonte común; una estructura de la información coherente y diseñada en función de los objetivos. Hay que resolver cuestiones como la retribución a los que colaboran (monetaria, emocional, intelectual..) y la propiedad y uso de los resultados. Y es necesario un liderazgo, aunque sea distribuido, que alinee voluntades y aporte al grupo recursos y confianza para seguir adelante.

Relacionarse por el puro placer de estar conectados, conversar y compartir, requiere menos rigor y más perspectiva. Por qué hay millones de personas en facebook o por qué desayunamos en twitter, o conversamos por el Messenger con amigos que viven en nuestro barrio, o compartimos fotos, música, películas, anécdotas, miedos, intereses, #frasestontas, o la angustia por un globo a la deriva a miles de km?. Todo esto tendría tantas respuestas como individuos existen en cada uno de esos ecosistemas sociales, pero creo que las respuestas (las que se me ocurren) derivan hacia esa colectiva soledad ruidosa y ese desconcierto paralizante en el que vivimos y del que ya hablé en un texto anterior (no me repito).


Promocionarse requiere de estrategias y herramientas que le metan un turbo al proceso de relación. Se renuncia a la naturalidad en beneficio de la eficacia. Eficacia en la consecución un objetivo claro y específico, estratégicamente diseñado para un público (target ;-¿) del que esperamos atención, reconocimiento, dinero, adhesión…en cualquier caso (quizás en el peor de ellos) cierto sometimiento a nuestra influencia.


El Aprendizaje seguramente es inherente a todos los procesos anteriores. Y a falta de capacidad para definirlo mejor, recurriré a Wagensberg para enunciar que “Toda mente humana se la ha de ver con la adquisición de nuevo conocimiento, por lo que toda mente necesita estímulo, conversación, comprensión, intuición y gozo intelectual” y que eso ocurre gracias a la conversación entre aquellos “que no ignoran lo mismo”.


La tecnología “nos hará libres” (salvando el exceso) pero será la comprensión de las dinámicas de interacción entre personas (humanos era otro exceso) lo que nos permitirá no convertirnos en esclavos de la misma.

PD: Nieva intensamente ahí fuera!

7 comentarios:

MarcG dijo...

María,

Como en la música, siempre he odiado las etiquetas, unifican lo que, en realidad, es muy heterogéneo.

Además, también se da la paradoja que las etiquetas sirven para definir, clasificar, homogeneizar... sin embargo, lo que entiende cada uno de una etiqueta es variable, o sea, yo tengo una definición de lo que agrupa la etiqueta '2.0' y tú seguramente tendrás otra definición.

Ello no es más que un reflejo de la extraordinaria complejidad (quizás debería decir 'caos') de la realidad.

Pero precisamente esta complejidad de la realidad es su riqueza.

Partiendo de esta situación, es fácil ver que la tecnología 2.0 (las herramientas 2.0) también es muy diversa, tal como comentas, un reflejo de la vida.

Efectivamente no es lo mismo co-crear, que relacionarse, que aprender, que promocionarse, que gestionar información.

Y un sinfín de posibles objetivos más...

Incluso dentro de cada uno de ellos hay una extrordinaria variedad: por ejemplo, sólo hay que pensar un poco en qué puede haber (de 2.0) detrás del objetivo 'aprender'.

Por todo ello, es importante pensar qué perseguimos, qué queremos hacer, para escoger qué tecnología es la mejor (incluido la no-tecnología, no necesariamente todo implica tecnología).

Y no morir en el intento...

Hay que caminar, aunque no tengas muy claro hacia dónde. A medida que vayas caminando ya encontrarás la dirección adecuada, (pero no hay que esperar a tenerlo todo absolutamente claro para empezar a caminar, corres el riesgo de no moverte nunca).

[Perdona el rollo, es fruto de la botella de vino de la comida ;-)]

Odilas dijo...

Marc!! has de beber más ;-)
Gracias por pasarte y comentar...y caminar..tan cerca.
Un abrazo

Agustí Brañas dijo...

Hola María,

Como siempre, tus entradas arrojan luz y claridad en la oscuridad del 2.0.

Por si fuera poco, en esta oportunidad abordas la función de utilidad de los consumidores/usuarios en el campo del 2.0.

Yo no soy tecnólogo. En mis orígenes sí lo fuí -no lo digas muy alto-.

Poco tiempo después de regresar en al mundo del 2.0 acuñé una frase: "A medida que profundizo -funcionalmente hablando- en el mundo del 2.0, me doy cuenta que estoy más cerca de la superficie que del fondo".

A mi la red me ha permitido, me permite y, confío, me permitirá conocer gente mucho más inteligente y sabia -tú eres un excelente ejemplo- que yo de la que, como dice el dicho, "quién a buen árbol se arrima buena sombra le cobija".

Saludos,
Agustí Brañas

Iñaki Ortiz dijo...

Reflexiones de Eudald Carbonell:

"Somos humanos gracias a la tecnolog’ía. La humanizaci—ón no es un problema filosó—fico, ni te—órico sino de pura y dura tecnolog’ía. Nos diferenciamos de los animales bá‡sicamente por la tecnolog’ía, por la cantidad de objetos que acumulamos.
Yo siempre repito lo mismo cuando la gente dice "tenemos que humanizar la tecnolog’ía". Pero ¿có—mo vamos a humanizar lo que nos ha hecho humanos?
Pienso que debemos socializar la tecnolog’ía, que éŽsta sea un instrumento al alcance de todo el mundo. Esto implica la socializaci—ón de la humanidad. Que se pueda utilizar a la tecnolog’a como una red social. Entonces todo cambiar‡á porque nos habremos humanizado. Entonces seremos humanos. Todav’ía no lo somos. ¡Nos estamos realizando como humanos!"

Me ha gustado mucho tu post. Gracias!

Amalio A. Rey dijo...

MJ, me parece especialmente interesante la distincion que haces acerca de estar en lo 2.0 para "promocionarse" o para "aprender". Hay, en efecto, una cierta obsesión por la influencia, por esa "eficacia" que se traduce en numero de followers, bloggowers, etc. Mucha cantidad y escasa calidad.
"Poner el turbo" en la gestión de relaciones lo hace todo muy superficial, y mucho me temo que termina vaciando de espiritu y de fondo a la propia persona. Aprender es mucho mas divertido. Y en cuanto a las condiciones que comentas que se deben dar "para crear un grupo", recordándonos que no basta con la espontaneidad, no puedo estar mas de acuerdo. Se necesita mucho "roce" para que se produzca el cariño, pero un roce organizado, con cierta disciplina, y por supuesto, distribuido. Al "liderazgo" le pongo siempre muchas comillas.

Nacho Muñoz dijo...

Hola María Jesús.

Siempre salgo con un estímulo para el aprendizaje de tu blog. No sé para los demás, pero para mi eres brillante y te agradezco tu apuesta por la calidad porque enriquece las lecturas y los tiempos que paso delante del ordenador.

Creo que los espacios doscero son escuela y cuadrilátero al mismo tiempo.

Como escuela, estamos todos en los mismos pupitres y la horizontalidad de las relaciones es fácil de asumir ya que somos todos conscientes de que esta tecnología tiene mucha fuerza y la última palabra no la tiene nadie. Y si la tiene, es siempre beta.

En cuanto que cuadrilátero, cada uno emprende su programa de batallas personales en función de los objetivos que les interesa. Lo malo es que ahí, en el ámbito de los intereses, empieza a oscurecerse todo y surgen las mismas filias y fobias que en la vida presencial sin tecnologías de por medio. Aunque todos seamos compañeros de pupitre, no hay confianza absoluta cuando no se comparten los intereses y cualquier relación que no se base en la confianza, pues ya se sabe lo que pasa.

Para mi eres grande, insisto, muy grande. Gracias.

Odilas dijo...

Agustí, las utilidades las iremos definiendo entre todos con los usos que le demos a estas herramientas, sólo que de vez en cuando, vale la pena sentarse a charlar sobre qué estamos haciendo. Gracias por comentar.

Gracias Iñaki, estoy también influenciada por las reflexiones de Eudald Carbonell. Él me inspira esa preocupación de que tenemos más tecnología de la que somos capaces de manejar desde nuestra insconsciencia e inmadurez evolutiva. Te parecerá exagerado, pero personas como tú calman esa preocupació :)

Hola Amalio, todos los usos son lícitos, depende de lo que cada uno de nosotros quiera dar y espere recibir y arriesgar. Coincido contigo en que lo más interesante es el aprendizaje. Gracias por la conversación colega.

NAcho, brillante la imagen que describes con la escuela y el cuadrilátero. Estoy de acuerdo contigo. Supongo que es un equilibrio que hay que asumir aunque reconozco entristecerme a veces al observar cómo los intereses particulares empobrecen los resultados colectivos...Así somos..o no... Quizás se trata como apunta Iñaki referenciando a Carbonell de desaprender, de madurar y de evolucionar.
Y gracias por tus palabras y tu reconocimiento. Lo valoro mucho. Un abrazo y hasta pronto.