domingo, 5 de octubre de 2008

Y-Party

Anoche me colé en una fiesta de la Generación Y. Hace un tiempo conocí a una chica de 23 años (fue gracias a su imaginación y persistencia que resolvimos todos los trámites para que pudiera estar en mi nueva casa) y hemos seguido siendo amigas.

Ella y su panda celebraban anoche su cumpleaños y me invitó. No hice caso a la vocecita interior que me decía “Y tú que pintas allí?”, así que me vestí lo más juvenil que pude sin llegar a insultar y me fui hacia el restaurante dónde sus amigos seguramente se hacían la misma pregunta que yo cuando me vieron entrar.

Las dudas se disiparon enseguida, me preguntaban sin pudor todo lo que querían saber de mi, escuchaban atentos mis batallitas y a cambio me devolvían sus ilusiones, sus planes de futuro, y sus inseguridades. Les sacaba cerca de 15 años a cualquiera de ellos así que cuando descartaron una discoteca porque era para viejos de treintaintantos me sentí de otra galaxia, aunque las risas que siguieron al comentario rompieron definitivamente el hielo.

Acabé dándoles una charla sobre Generación Y. Que estupidez!, como si tuvieran que entenderlo. Lo único que no entendían es que les pusiéramos un nombre. Ellos eran normales! Aunque se identificaban divertidos, con los valores de mi consultoria improvisada.

Había estado esta semana, curiosamente, en un debate de Barcelona Digital “Nadius digitals, per què som diferents?” y recordaba la mirada de admiración, complicidad y cierta condescendencia de Genís Roca mientras los moderaba. Aquello era un experimento parecido

Pero las teorías generacionales dejaron de tener sentido a medida que pasaba la noche. Me encanté con los contadores de historias, me conmoví con l@s amantes, me reí con los animadores, me enriquecí con los que venían de otros lugares y me identifiqué con las chicas apasionadas e inseguras.

Me retiré a una hora decente mientras les dejé camino de una discoteca “para jóvenes” y me fui a dormir con una sonrisa de eterna inocencia.
Hoy tengo más amigos en Facebook ;-)

Gracias Lidia, y enhorabuena por tu gente.

6 comentarios:

Dampyr dijo...

Creo Odilas que estuviste fantástica!! Gracias por este post en lunes

Odilas dijo...

Gracias Dampyr....y feliz lunes!!

Anónimo dijo...

Chus, qué decirte!! Gracias por venir!

Dejaste huella, creeme.

Sabes que no debes hacer caso a ese comentario "Es para viejos".

Cada uno destaca por algo concreto, (lo último es la edad)en mi pandilla no hay límites. No existen los viejos o los niños. Ni altos o bajos, falcos o gordos. No todo es blanco o negro. Porque no existen las comparaciones. Siemrpe seremos más jóvenes que.. o más viejos qué... solo si nos comparamos.

Ya viste la complicidad, eso es lo que realmente nos une.


Si pensara que eres "demasiado mayor" no estaríamos hoy aquí, hablando de esto, ni te hubiese invitado a mi fiesta ni presentado a mis amig@s. Eres unas más, tánto como cualquiera de ell@s.


Y no nos sacabas 15 años a todos ( La secta estaba entre los 21 y los 43, mira tú por donde, no eras la más mayor :D ), y de verdad te digo, que no sé que importancia tiene, cuando al fin y al cabo, tenemos los mismos valores.


De verdad que estoy encantada de tener esta amistad contigo, de compartirla con los mios, y que ahora seas una más.


Gracias por el regalo, acertast. Y gracias de parte de Lorena, somos unas locas del incienso, la velas, el feng shui, etc.



Besos...

desde mi generación, o de la tuya,
al fin y al cabo el concepto es el mismo!!!



Gracias por hacer este post!! Eres genial!


Lídia, 23 años ("Generació Y") ni mejor ni peor. Simplemente, Lídia.

Odilas dijo...

Has descrito muy bien quien sois. Me lo pasé genial. Un abrazo

Senior Manager dijo...

Veo que la experiencia resultó ser además de divertida muy enriquecedora... Pues eres una rompedora de brechas generacionales y me alegro por que hayas ido, ya que ningún lugar ni paradigma es territorio de nadie...
SM

Odilas dijo...

Tienes toda la razón, los territorios nos aislan, aunque creamos que nos protegan ;-)