Estoy sentada en mi casa, una casa que estreno esta noche. Es mi nuevo hogar pero me siento extraña. Hace un par de horas los de la mudanza me han dejado aquí, rodeada de cajas, libros apilados, muebles a medio montar… Escribo con las manos doloridas, desde un despacho improvisado en medio de una sala que aún no sé a qué destinaré finalmente.
Hace unas semanas, empecé a buscar un nuevo piso en Barcelona, un lugar donde mi abuela, Júlia, pudiera sentirse cómoda, en casa, en un espacio propio. Una casa amplia donde pudiéramos convivir pero que a la vez, nos permitiera una intimidad y una independencia que las dos necesitamos por razones distintas, pero conocidas y respetadas por ambas.
Para mi, significaba devolverle a Júlia todo lo que le debo, y ayudarla a vivir y a morir como ella quisiera. No hay opciones buenas cuando una persona debe dejar su casa porque ya no puede vivir sola. Pero Júlia, más que mi abuela, es mi amiga, así que pensé que la convivencia, sin aspirar a que fuera perfecta, podía ser una experiencia enriquecedora para las dos.
Júlia, no vendrá, al menos de momento. En mi familia (quizás en todas) que las ideas sean correctas, no es suficiente para que puedan convertirse en realidades. Y Julia, que no sabe nada de este plan (absurdo?) me ha traído hasta aquí. La realidad, no se parece a la idea que tuve, pero a pesar de todo, me siento extrañamente feliz, satisfecha de haber llegado hasta este rincón del mundo al que intento acostumbrarme.
A algunos esto les parece uno de los muchos actos compulsivos que supongo que forman parte de mi forma de vivir. Pero yo, (y sé que muchos), creo que las cosas no ocurren por casualidad, que todo está conectado, que todo tiene un hilo conductor en el discurso vital, que a veces buscamos un tesoro y nos encontramos con otro inesperado, que a veces (la mayoría diría yo) detrás de un fracaso o una decepción hay una oportunidad que no habíamos imaginado, que hacer planes y esperar que todo salga como uno espera es una estupidez, y que en la vida lo que cuenta (como aquello de la voz interior para saber si estás trabajando en lo que debes) es esa inexplicable sensación de bienestar que “…que sientes y experimentas en tu interior. Si eres feliz y estás alegre es que estás haciendo lo que debes en el lugar y momento oportunos”
Era la última de las sensaciones con las que esperaba encontrarme, pero lo cierto es que esta noche, me siento feliz…cansada (exhausta), pero feliz.
15 comentarios:
Nos alegramos por ti. Disfrútalo.
Smiles!
Me
Gracias, madrugador/trasnochador Julen
Por fin!!
Veo que al final a pesar de las prisas y el casancio,lo lograste.
Me alegro por como te sientes y seguro que al final todo esto tiene un por que y te ayuda a encontrar algo maravilloso.Disfruta de esa felicidad!
(no te pierdas entre las cajas....)
besos
SUESCUN
Se nota que eres buena gente. Tu abuela tiene mucha suerte.
Me alegro que estés feliz. Que te vaya muy bien en tu nueva casa
Da igual si vives entre cajas o con el mínimo detalle controlado (aquel libro expresamente girado para que decore a juego ese rincón de la estantería). Lo importante es hacer lo que te de la gana y saber sacarle provecho a cada momento.
Me has hecho recordar el año entero que me pase viviendo entre cajas.
Suescun, sé que te alegras. Y tú sabes que soy muy cabezota. Ah!, y gracias por las cajas ;-)
Tic616, gracias, no se si mi abuela tiene mucha suerte, pero sé que estaría de acuerdo contigo y eso para mi, tiene mucho valor. Al final, las cosas las hacemos (también) por nosotros mismos. La generosidad y el egoísmo son primos hermanos.
Sí Javier, lo importante es lo que pasa por dentro, no por fuera, pero un año entre cajas?!! Ya me explicarás cómo sobreviviste (aunque lo intuyo ;-)
Bienvenida a tu casa.
Cualquier día paso a pedirte un poco de sal.
Me ha encantado tu nueva casa!
Es grande pero con pequeños rincones curiosos y es luminosa con espacios sombrios.
Hay que hacerse a ella poco a poco, encontrar el equilibrio entre lo inmenso y lo acogedor.
Es para tí!
Seguro que compartiremos buenos momentos ahora que te tengo más cerca...
Un beso, sister.
Suescun, queda pendiente el reencuentro cuando Odilas haga un cenorrio por su nueva adquisición.
Un beso.
Sister,eso está hecho!!tengo ganas de verte.
Un beso.
Odilas,toma nota!
SUESCUN
Siempre habrá sal Alorza...y lo que necesites, en esta tu casa.
Sister, las últimas semanas han sido difíciles. Tenemos una familia compleja, y no te imaginas lo importante que ha sido para mi tu compañía y tu comprensión. Esta es también tu casa. La inauguramos pronto!.
Y gracias a todos, esto ha sido como una inesperada fiesta virtual de bienvenida.
Espero que todas tus ilusiones puedan confluir (como ríos) para finalmente fusionarse en un mar de realidades. Son mis mejores deseos... y ya sabes que puedes contar con alguien más en esta extraña ciudad de contrastes.
Saludos
SM
Gracias Senior, estamos cerca, así que tú también tienes sal a mano.
Nos vemos
Muy lindo lo que escribiste. Tuve la suerte de conocerlo ahora que estaba iniciando una nueva etapa en su vida personal .. me da escalofrios pensar que una semana antes estuve volando en esa avioneta por la costa brava... tenia un gran corazon y todavia cuando cierro los ojos me imagino verlo con tu eterna sonrisa y con Bamboo dando vueltas por ahi ... Gab
Que profundo e interesante. Me ha gustado mucho como lo expresas. Las mudanzas dan paso a un nuevo comienzo. Yo me mude hace poco, fue difícil porque en mi antigua casa tenia cerca a mis hijos. Estoy en otro vecindario, personas nuevas. Me ha ayudado mucho la lectura, me llamo la atención eso de tu relato, "rodeada de libros" es buenisimo. Yo en mi estancia adapte mi libreria y ahi me sumerjo en un mundo magico, leyendo, tomando el té, es muy rico. Tengo una lampara de pie que compre en recomendaciones de https://www.cualesmejor.net/lamparas-de-pie/ que me facilita leer con mas claridad, de verdad que es bueno ocupar la mente.
Publicar un comentario